Capítulo 1 El Canto de la Tórtola.

Capítulo 1

El Canto de la Tórtola

"Se han mostrado las flores en la tierra,
el tiempo de la canción ha venido, 
y en nuestro país se ha oído la voz de la tórtola."
Cantares 2:12


La Voz de la Tórtola: Una Señal de Primavera Espiritual

La tórtola, a menudo asociada con el Espíritu Santo, simboliza la voz que la iglesia, como la novia de Cristo, debe escuchar atentamente. Al igual que esta ave anuncia la llegada de la primavera en Palestina, la voz del Espíritu Santo anuncia un tiempo de renovación, avivamiento y la inminente llegada del Señor.

Nuestra alma, mente y emociones, transformadas por la cruz, deben unificarse en Cristo. Solo así podremos colaborar con el propósito eterno de Dios: reunir todas las cosas en Él. Este es el gran avivamiento, la "última milla" que la iglesia debe recorrer antes del regreso del Amado. Para participar en este propósito, es crucial que escuchemos la voz de la tórtola, apagando todas las demás distracciones para centrarnos en Su mensaje.


El Canto del Espíritu Santo

El canto de la tórtola es como un arrullo, una voz suave pero clara que nos habla de la llegada de nuevos tiempos. Jeremías 8:7 nos recuerda que incluso estas aves conocen el tiempo de su migración, mientras que el pueblo de Dios a menudo lo olvida. La tórtola común, que anunciaba la primavera en Palestina, nos enseña la importancia de ser sensibles a los tiempos de Dios.

Una de las evidencias de que la novia está preparada es que ha aprendido a escuchar al Espíritu Santo. Este es el tiempo de la canción, una señal de que el propósito de Dios está presente.


Simeón, Ana y la Preparación de la Novia

La historia de Simeón y Ana en el templo es un ejemplo poderoso de cómo escuchar la voz del Espíritu Santo. Lucas 2 narra cómo estos devotos, que esperaban con anhelo al Mesías, fueron guiados por el Espíritu.

Simeón, a quien el Espíritu le había revelado que no moriría sin ver al Salvador, estaba en el lugar correcto y en el momento preciso. Cuando María y José llegaron con el bebé Jesús, pudo reconocer el cumplimiento de la promesa. Su alabanza fue un testimonio de haber escuchado el "arrullo" del Espíritu.

De manera similar, Ana, una profetisa que servía a Dios día y noche, llegó en el momento exacto. Ella también alabó a Dios y habló del niño a todos los que esperaban la redención.

Estos siervos de Dios son un modelo para nosotros. Eran personas que, al igual que la tórtola, estaban atentas a los tiempos. Escucharon la voz de Dios y supieron discernir el cumplimiento de Su plan.


Un llamado para Venezuela

Dios busca levantar a hombres y mujeres en Venezuela que, como Simeón y Ana, estén enamorados de Él y sean sensibles a Su voz. Personas que, en medio de la adoración, reconozcan que ha llegado el tiempo de que Su pueblo cante y camine en las primicias de este avivamiento.

No olvides la congregación de los afligidos, dice el Salmo 74:19-20a. Dios tiene un pacto con Su pueblo y levantará a quienes tengan la madurez para ser portadores de Su avivamiento, no solo para recibirlo, sino para llevarlo a todas las naciones. ¿Estamos, como iglesia, escuchando el canto de la tórtola?


Pregunta para reflexionar: ¿Cómo podemos, de forma práctica, aprender a ser más sensibles a la voz del Espíritu Santo en nuestro día a día?

 

Poema El Canto de la Tórtola Venezolana

Venezuela: Un Diseño Hecho Canción

Una historia nueva, tejida con anhelo, 

desde el corazón de una doncella 

que busca al Amado de su alma.

Ella, a veces paloma asustada, 

hoy cautiva al Maestro con su dulce voz.

Es la mujer forjada en el silencio,

en la presión profunda del secreto. 

Como joya preciosa, espera ser hallada 

en la montaña más alta. 

Será descubierta por mineros valientes, 

para adornar la corona de Reyes poderosos.

Es el canto, es el arrullo de la tórtola ancestral, 

sacrificada para adorar al Padre Celestial.

Son esos Reyes, hijos del Rey eterno,

quienes gobiernan las naciones.

Redimidos por la sangre del Caballero de la Cruz,

Él produjo melodías angélicas al entrar al Cielo, 

rugiendo como un León.

Es el canto, es el arrullo de la tórtola ancestral, 

sacrificada para adorar al Padre Celestial.

Es Venezuela, joya en el centro de la tierra,

dispuesta a ser usada. 

Aprendió a oír el suspiro del Padre,

viendo su propio sufrimiento.

Aprendió a ver oyendo, oliendo, palpando,

en la oscuridad de su proceso.

Escuchó los clamores que subían al Trono,

de santos que hicieron visible al Invisible 

con una intervención divina.

Cuando las escamas de sus ojos cayeron,

cual gacela fue enviada a los confines.

Cumple la gran comisión, resistiendo con fe 

la certeza que solo lo verdadero puede dar.

Es el canto, es el arrullo de la tórtola ancestral, 

sacrificada para adorar al Padre Celestial.

Una canción que huele a primicias, 

a las primeras gotas de un avivamiento,

como lluvia en la tierra del verano. 

Una nación que conoce el desierto pasajero, 

aprendiendo a respirar en la sequedad espiritual. 

Su canto, tal vez al ritmo del turpial, 

decorado con los matices de la orquídea, 

entiende por fin al Hombre en la cruz, 

levantado al tercer día, resucitado.

Es el canto, es el arrullo de la tórtola ancestral, 

sacrificada para adorar al Padre Celestial.


 Los que cantan en la tierra de Venezuela.

"David y los comandantes del ejército designaron hombres de las familias de Asaf, de Hemán y de Jedutún para proclamar los mensajes de Dios acompañados de liras, arpas y címbalos. La siguiente es una lista de sus nombres y sus responsabilidades: De los hijos de Asaf estaban Zacur, José, Netanías y Asarela. Ellos trabajaban bajo la dirección de su padre, Asaf, quien proclamaba los mensajes de Dios por orden del rey. De los hijos de Jedutún estaban Gedalías, Zeri, Jesaías, Simei, Hasabías y Matatías, seis en total. Ellos trabajaban bajo la dirección de su padre, Jedutún, quien proclamaba los mensajes de Dios al son de la lira dando gracias y alabando al Señor . De los hijos de Hemán estaban Buquías, Matanías, Uziel, Subael, Jerimot, Hananías, Hananí, Eliata, Gidalti, Romanti-ezer, Josbecasa, Maloti, Hotir y Mahaziot. Todos estos fueron hijos de Hemán, el vidente del rey, pues Dios lo había honrado con catorce hijos y tres hijas. Todos estos hombres estaban bajo la dirección de su padre mientras tocaban música en la casa del Señor . Entre sus responsabilidades estaba tocar címbalos, arpas y liras en la casa de Dios. Asaf, Jedutún y Hemán dependían directamente del rey. Todos ellos junto con sus familias estaban capacitados para tocar música delante del Señor , y todos —doscientos ochenta y ocho en total— eran músicos por excelencia. Los músicos se designaban para los turnos de servicio mediante el sorteo sagrado sin tomar en cuenta si eran jóvenes o ancianos, maestros o discípulos."

1 Crónicas 25:1-8 NTV

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Comentarios

  1. Es un canto poético de anhelo y gratitud por aquel que nos llama su luz admirable.
    En realidad se percibe la fé grande de una nación que busca la presencia de Dios.
    Y que trata de plasmar su búsqueda hacia su creador con su espíritu santo que es representado por la tórtola.
    Yo como hija de Dios como peruana bendigo la tierra hermana de Venezuela y mis oraciones para que puedan ser libres en opinión y decisión 🙌

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  2. Que maravillo es Dios, que nos da esa oportunidad de glorificar su nombre en la alabanza, porque el habita donde se le adore, que el señor nos de esa Madurez para escuchar su llamado y nunca nos apartemos de su presencia, Gloria a Dios. Hermoso capítulo 1

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  3. Hermoso ese capítulo 1 que nos enseña como debemos alabar a Dios y glorificarse en el pero me encantó está parte donde dice rugiendo como un León.

    Es el canto, es el arrullo de la tórtola

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  4. El Canto del Espíritu Santo

    El canto de la tórtola es como un arrullo, una voz suave pero clara que nos habla de la llegada de nuevos tiempos. Jeremías 8:7 nos recuerda que incluso estas aves conocen el tiempo de su migración, mientras que el pueblo de Dios a menudo lo olvida. La tórtola común, que anunciaba la primavera en Palestina, nos enseña la importancia de ser sensibles a los tiempos de Dios.

    El espíritu santo es maravilloso al permitirnos casa dia adorarle en espíritu y en verdad, solo teniendo un corazón rendido a sus pies podemos tener una adoración genuina

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